Empoderamiento y transparencia como factores de una Sociedad en paz

Generaba cierta polémica el otro día un twitt que publicaba enlazando un estudio en The Guardian sobre asesinatos en distintos lugares del mundo.  La conclusión era la que esperábamos: existe una relación clara entre menos crímenes violentos y  desarrollo. Mejoras en el desarrollo social y económico de cualquier territorio reducirán, de entrada, las tasas de crímenes violentos.

El tema, que nos ha preocupado y ocupado aquí en otras ocasiones también es el central en un reciente y polémico libro de Steven Pinker (2011), The better angels of our nature: why violence has declined. Concluye allí sobre algo extremadamente interesante, aunque tampoco exento de debate: la evolución nos conduce hacia sociedades cada vez menos violentas.

Así, si la posibilidad de que nuestros antepasados cazadores recolectores muriesen violentamente por culpa de otros seres humanos, era de entre el 15% y el 60%, en el siglo veinte, incluyendo las dos guerras mundiales y los genocidios protagonizados por Stalin o Hitler, la probabilidad de que un Europeo o Americano muera a causa de una muerte violenta, es de menos del 1%. Al mismo proceso de evolución desde sociedades con altos índices de asesinatos lo llamaría el sociólogo Norbert Elias (2000) el proceso de la civilización.

Volviendo a Pinker, lo que vivimos es debido a una serie de factores que, aunque el autor, siguiendo algo que parece ya tendencia en el pensamiento actual,  no relacione con la sociedad red, podemos, en algunos casos (en el punto 5 y 6), observar cómo pueden verse potenciados:

1. La evolución desde que éramos cazadores recolectores, lo que él denomina el proceso de pacificación.

2. La consolidación de pequeños reinos y ducados en grandes reinos con autoridades y comercio centralizados/as.

3. Desde la segunda guerra mundial la violencia disminuye, primero debido a la fuerza de las dos partes implicadas en la guerra fría y después, más recientemente, por la hegemonía americana. Pink lo denomina la larga paz.

4. La tendencia general es hacia menos guerras, menos violentas, incluso en los gobiernos más antidemocráticos. Lo denomina la nueva paz.

5. El retorno, en cierto modo a la filosofía de la Ilustración, que muestra respeto al individuo a través de lo que él denomina la revolución humanitaria. Cuando hemos hablado del individuo conectado, de empoderamiento, de coopetición, de TEP, también lo hemos relacionado con el individuo ilustrado, refiriéndonos precisamente al desarrollo que pensamos que una perspectiva de este tipo supone.

6. El aumento de la paz a nivel doméstico, observándose según el autor la disminución de la violencia en cosas como las luchas en la escuela, el bullying y el acoso de gays y otras minorías. Lo titula la revolución de los derechos humanos y la hemos visto en profundidad, sobre todo al hablar del aumento de la tolerancia a la diversidad en la sociedad de la transparencia.

 

Así, si para él es el estado, los gobiernos, los que apagan el caos (Pinker declara haberse vuelto Hobbesiano, el hombre es caótico sin las estructuras sociales que surgen para controlarle), en mi opinión, después de las pruebas de pacifismo en el caso de nuestras revoluciones, se trata de todo lo contrario.

A lo que asistimos, creo, es al protegonismo de una bondad natural (seres sociables para redes sociables, decimos a menudo para destacar esa cualidad de la interocnectividad), que va venciendo, también a través de lo aprendido y cooptado de las Tecnologías del empoderamiento y la participación (principalmente las redes sociales) que el ciudadano descubre, arrebata de las manos del sistema y explota en extensión en Internet.

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16 comentarios en “Empoderamiento y transparencia como factores de una Sociedad en paz

  1. Pingback: Bitacoras.com
  2. Es decir, que Steven Pinker acierta el diagnóstico pero equivoca sus causas: el hombre es más pacífico en las sociedades desarrolladas no por el desarrollo de éstas (gobierno limitado, libertad, estado de derecho…) sino porque… sí, porque el hombre es bueno y ahora encima hay redes sociales.

    ¿Es así?

    1. No exactamente, también el desarrollo de gobierno limitado, libertad, estado de derecho y demás temas de las sociedades desarrolladas son obra del ser humano. Y ahora, además, sí, están las redes sociales para crear cosas aún mejores. Parece que inspira la visión Hobbesiana de Pinker observar un episodio de caos. En mi caso he estado observando el movimiento indignados y sí, por lo menos los ciudadanos organizados a través de redes sociales están mostrando en las calles menos violencia que el estado para controlarles. Esa sería mi visión, sí. Y creo que la clave está en ese individuo conectado…

      Saludos

  3. ¿Y no cree que las redes son un fenómeno excesivamente reciente como para relacionarlo con la reducción de la violencia en la escala en la que lo hace Pinker?

    Es decir, no es que no esté de acuerdo (prefiero de momento no pronunciarme) sino que no entiendo la crítica a Pinker desde estas posturas. En su artículo parece querer refutar la tesis principal de Pinker -el estado “hobbesiano” moderno como principal reductor de la violencia-, que es profundamente ambiciosa y lleva implícito el análisis de una información espacio-temporal vasta (por decir algo) con los episodios del 15M y las redes sociales.

    No creo que sea posible hacer eso. Creo que, por supuesto, se puede estar en desacuerdo con Pinker, pero para ello haría falta entrar en un terreno que excede con mucho el de las redes sociales y el movimiento indignado.

    En otras palabras, ¿cómo se puede explicar la reducción total de la violencia (o lo contrario) a lo largo de siglos, desde las redes sociales y las revoluciones de este último año?

    Saludos.

  4. Pablo, las redes favorecen empoderamiento y tolerancia, como digo en el artículo, ambos temas identificados por Pinker. No he dicho que las redes sociales sean hasta la fecha el motivo de la pacificación.

    Por otra parte únicamente manifiesto mi desacuerdo en cuanto a la parte más intuitiva de lo que expone: él dice que vuelve a ser Hobbesiano porque observa cómo las instituciones reducen el caos en un episodio y yo digo que me vuelvo más “Rousseauniana” cuando observo instituciones violentas contra individuos pacíficos. Tengo muchos otros argumentos (muchos aparecerán en un libro en los próximos meses), sobre todo neurobiológicos para defender el carácter sociable del ser humano que estalla en las redes.

    Gracias por tu comentario

  5. Ya, pero es que me sigue pareciendo “forzado” meter a Pinker aquí (insisto en que no me pronuncio sobre el carácter empoderador y pacificador de las redes sociales).

    El carácter violento que hayan podido tener la represión de los indignados este año (a lo que supongo te refieres), o de las muchas revueltas del mundo árabe, en realidad, es poco significativo si nos metemos en un análisis de la reducción de la violencia a nivel multisecular (si nos metemos a debatir con Pinker, vaya). Es que no tiene sentido, sobre todo cuando el propio Pinker está teniendo en cuenta episodios tan monstruosos como el nazismo, que dejan lo de este año en anécdota. Es decir, la tesis de que el estado moderno haya contribuído a reducir la violencia no queda desestimada cuando un estado moderno ejerce la violencia en un episodio concreto, sea contra individuos pacíficos o no.

    Si el ser humano es bondadoso y sociable por naturaleza -ergo lo ha sido siempre- lo que habría que explicar es: (1) por qué existe la violencia en primer lugar, y (2) por qué ésta se reduce en un determinado lapso de tiempo (y en esto último no pueden aparecer las redes sociales, que llevan aquí desde ayer, como quien dice).

    Gracias a tí por el debate.

  6. Pablo, el tema es que creo que hay una ética por encima del estado, que compartía un porcentaje muy bajo de la población hasta la aparición de las redes sociales pero que creo que aumentará ahora, gracias a la especial conjunción de individualidad y conexión. Se trata de algo evolutivo, así que es cierto que el estado pudo influir en su momento pero hoy estamos preparados para trascender al mismo. Hablaba de eso en un artículo, https://dreig.eu/2011/03/08/retraso-moral/, el retraso moral en las raíces de la corrupción, de los estadios evolutivos de Kohlberg en la era web.

    La idea es que la ética del individuo, cuando puede trascender fronteras, como ocurre en internet (como diría Frost, es postnacionalista) se está mostrando más evolucionada, en ocasiones, que la de los estados.

  7. Queda el tema resuelto entonces. No estoy seguro de compartir ese optimismo con respecto a la evolución moral de las redes sociales (ni siquiera que haya una ética por encima del estado) pero será interesante seguir el tema.

    Un placer.

  8. La interpretación de Pinker es simplista.
    Nuestras sociedades como tales no se limitan a nuestro entorno. Si una especie se define por su ecosistema, una sociedad se define por lo que necesita para su subsistencia. Nuestras sociedades occidentales no son autárquicas, como las soceiaddes del pasado con las que nos compara. Nuestras sociedades son planetarias, pues dependemos de todo el planeta para nuestra subsistencia.
    Lo que han hecho nuestras sociedades es deslocalizar la violencia. Sólo podemos existir gracias a la violencia ejercida en la forma de explotación de otras sociedades menos desarrolladas.
    ¿Qué pasa cuando un país auna en sí mismo las desigualdades que existen entre primer y tercer mundo? Ese país es Brasil. Allí queda claro que una sociedad occidentalizada genera violencia, que en caso oocidcental enviamos al tercer mundo y en el caso de Brasil se envía a las favelas.

    Resumiendo: niego la mayor, no somos menos violentos, solo parecemos menos violentos.

  9. Muy enriquecedor como siempre Dolors, tambien Pablo que me hace pensar un poco mas alla!
    Por cierto, es para reflexionar y seguro que en esto, encontramos aspectos en los cuales diferir.
    Por mi parte, solo acotar que personalmente, en lugar de tolerancia prefiero pensar la relacion en terminos de reconocer la necesidad de nutrirse de las diferencias… la tolerancia me hace pensar en una parte que “tolera” y otra que “es tolerada”.
    En esta sociedad siempre aprendiendo(se), en proceso de co-construccion de conocimientos “necesitamos” -mas que aceptamos – de multiples y variadas visiones para comprender e intervenir en una cultura polisemica.
    saludos

  10. No he leído a Pinker, vaya por delante, pero sí que conozco un poco la teoría de Elias sobre el proceso de civilización. En resumen, el alemán dice que las sociedades son capaces de reducir cierto tipo de conductas gracias a la represión. Las conductas reprimidas se convierten en hábitos o costumbres que, a su vez, generan reglas y normas, llamadle ética o moral, como querais. Lógicamente estas normas distinguen a unos grupos de individuos de otros lo que origina una dinámica social con distintas consecuencias. Las normnas de buena conducta en la mesa, o el deporte, son producto de ese proceso civilizatorio que alcanza al mismo estado.
    En mi opinión, la existencia del estado de derecho sí que es buena prueba de ese proceso de civilización, como apunta Pinker, y también está evolucionando. Los movimientos sociales y la participación ciudadana son entidades y procesos que surgen del modelo actual de estado en Occidente. Las redes sociales pueden y deben potenciar ese proceso participativo y, por tanto, civilizatorio.
    De todas formas, los sucesos que hemos vivido en las acampadas del 15M en este país, en la que algunos miembros de la policía han utilizado la violencia para intentar disolver algunas de las concentraciones existentes sí que llaman la atención. Desde luego la policía cumplió órdenes de sus jerifaltes pero la cuestión estriba en entender por qué las cumplieron. Si el umbral de tolerancia a la violencia en la sociedad española está situado en un nivel de sensibilidad bastante alto, qué lleva a un tipo con una placa a emprenderla a porrazos con personas que únicamente defienden una idea, ¿cumplir una orden que le ha dado un superior? ¿nada más?. La resolución del problema puede parecer obvia pero la cuestión es más compleja de lo que parece a simple vista. El resultado puede que no le dé la razón ni a Hobbes ni a Rousseau. No creo en que el hombre sea un lobo para el hombre, y tampoco en la naturaleza bondadosa del ser humano.

    saludos

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  12. Dudo de la naturaleza bondadosa del ser humano. Aquí en Argentina, una huelga policial derivó en saqueos indiscriminados a comercios y casas particulares. No era gente famélica en procura de pan. Se llevaban LCDs, notebooks, y todo lo que podían llevar en sus brazos personas que claramente gozaban de buena salud y no parecían subalimentados. Un punto a favor del orden impuesto por la propia sociedad y el estado.

    También me cuesta relacionar desarrollo social y económico con menor agresión. Las grandes agresiones masivas del último siglo, con la excepción de Ruanda, han sido lideradas por los países más desarrollados y cultos de cada región. No pretendo afirmar lo contrario, que a mayor retraso más pacifismo, si no que el desarrollo podría no ser la causa de una menor violencia, al menos a nivel de la dirigencia de las naciones que deciden los ataques.

    Sí me gusta la explicación de las redes sociales, si se la pone en un contexto más amplio de la difusión de las consecuencias de la violencia. Desde que el cine y la TV (incluidos noticieros) abordaron activamente el tema de la violencia, creo que se fue generando una mayor conciencia en la población sobre las consecuencias de la misma. Llegaron las cámaras portátiles y los móviles con fotos que nos otorgaron la capacidad de registrar todo sin depender de la presencia periodística. Y, por último, Internet y luego las redes sociales, le dan la posibilidad extrema de difusión que antes estaba tan controlada, aún por la propia dirigencia de cada país.

    Y también creo que la interdependencia económica es otro poderoso factor pacificador. Más allá de cualquier justificación pergeñada (todas las agresiones la tienen), la invasión de USA y aliados a Irak (¿alguna de los aliados tenía menor nivel socioeconómico y cultural que Irak?) fue posible porque no tenían intereses relevantes establecidos en ese país, y en cambio había mucho por ganar si se rapiñaban sus recursos como se hizo. Por lo tanto, tener intereses económicos mutuos pacifica, porque es más lo que hay por perder.

    Me gustaría tener una conclusión contundente, pero el ser humano cada vez me sorprende más.

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