Más sordos, más inteligentes: nuevas tecnologías y nueva cultura en el nuevo libro de Shirky

Clay Shirky es, sin duda alguna, el gran gurú anglosajón de la web social, que muchos citamos o parafraseamos sin siempre reconocerlo (más de un mito hispánico se desvanece cuando iniciamos su lectura ;))

Claro como pocos, está a punto de lanzar nuevo libro (creo que la fecha prevista es el 10 de Junio), “Excedente Cognitivo, creatividad y generosidad en la era conectada” (la traducción es mia, la oficial del libro, si es que llega, se hará esperar), del que ya hablamos aquí y que viene a ayudarnos a argumentar la lógica de la evolución hacia la cultura de la lectoescritura que sin duda terminará imponiéndose en esta era digital.

Adelanta algunas cuestiones en un artículo en The Wall Street Journal, que podríamos resumir reviviendo aquella vieja frase de Niesztche que tan actual seguirá apareciendo durante siglos: “cada nueva era aparenta ser demoníaca para la que convierte en obsoleta.”

No sé si aportará demasiado nuevo pero sí que nos proporcionará numerosas evidencias para defender el cambio, generando altas dosis de empatía hacia sus claros y contundentes planteamientos. Resumo y apunto algunas cuestiones sobre todo ello:

Con 1.8 billones (americanos, nacionalidad del autor, obviamente ya… 1.8 millardos) de usuarios de Internet en el mundo y una imposible vuelta atrás en la generación de contenidos por parte del prosumidor, vuelve el debate sobre la calidad de lo amateur, “el conocimiento verdadero” que algún asistente a una de mis conferencias reivindicaba y que viene periódicamente a recordarnos que no siempre es fácil avanzar.

Sin embargo, como ya sabíamos, no se trata de nada nuevo: “Cada aumento de la libertad en la creación o consumo de contenidos, desde los libros a Youtube, genera alarma en la gente acostumbrada a las restricciones del viejo sistema, convenciéndoles de que los nuevos medios harán a los jóvenes más estúpidos” (Leía también a Zimbardo, cuyo nuevo trabajo en psicología social trata de la perspectiva subjetiva del tiempo. Creo que hay mucho de apego psicológico casi patológico al pasado en este tipo de resistencias)

Pasó también en el siglo XVI,  al principio de la era Guttenberg, tras la invención de la imprenta, su llegada a Europa y la traducción a diversos lenguajes de la Biblia o la explosión en la creación literaria que supuso.  La imprenta entonces era la gran amenaza, que iba a exterminar la vida intelectual en Europa, lo cual terminó resultando cierto, con la reforma protestante y el fin del monopolio de la iglesia en la  estrecha vida intelectual del viejo continente.

Lo que nadie imaginaba  fue lo que ocurrió después, la elaboración de nuevas normas alrededor de la abundancia literaria contemporánea. Novelas, periódicos, journals, la separación de ficción y no ficción, fueron sistemas de clasificación y filtrado creados  para proteger la cultura. Un buen ejemplo de ello es el “peer review”, la revisión entre pares, la idea de que la ciencia es un esfuerzo colaborativo que incluye el feedback y la participación de otros.

 

Vivimos una explosión similar de medios digitales enlazando a mil millones de personas en una misma red, despertando un excedente cognitivo aletargado de tres trillones de horas al año de tiempo libre, que la población “educada” podrá dedicar a cosas más importantes que ver la televisión. Los 100 millones de horas de pensamiento humano que crearon wikipedia son los que gastan los americanos cada fin de semana viendo anuncios en televisión.

Mucho de lo que crearemos será educativo, aunque todavía sea pronto para observar el potencial de todo ello. También eso pasó con la imprenta: las novelas eróticas llegaron 100 años antes que los journals científicos, provocando frases como la de Martin Luther: “La multitud de libros es el gran diablo. No hay medida para este furor escritor” o Edgar Allan Poe, que concluía como algunos de nuestros “amigos” pro-estupidez de Google con frases como “La enorme multiplicación de libros en cada rama de conocimiento es uno de los diablos más importantes de esta época y uno de los obstáculos más serios a la adquisición de la información correcta”.  Otra vez el saber divino, indiscutible y “de verdad”, el mismo que se critalizaba en periódicos y resto de mass media nacionales el 9M y que tantas otras “bondades” nos ha dejado… ;)

Para Shirky, poco ha cambiado: se sigue pensando en clave “cualquier pasado fue mejor”, “el presente es basura” y “esta generación no será capaz de inventar normas culturales para la abundancia de Internet como supieron hacerlo los intelectuales del siglo XVII con la cultura impresa”, así que conviene, por lo menos, recordar… (traduzco y parafraseo, así que no toméis nada como traducción literal):

El tipo de pesimismo que despliegan recuerda los años 80, último periodo sin libertades digitales en el que la lectura andaba en franca decadencia. Internet, al fin y al cabo, devuelve al centro de nuestra cultura la lectura y la escritura.

Pensemos en el futuro, recordemos que la abundancia es capaz de romper muchas más cosas que la escasez, esperemos para ver cómo las grandes ideas sobrevivirán a la necesaria sordera que vamos desarrollando, seamos pacientes ante el rápido estrés que obligará a las viejas instituciones a cambiar, a generar alternativas. “Así como se inventaron respuestas educativas a la imprenta, el uso de internet requerirá de instituciones culturales tan “nuevas” como las “nuevas” tecnologías” (ese cambio de “mindware” del que hemos hablado ya alguna vez)

Sería tentador pensar en Ushahidi, en PatientsLikeMe sin aquellos contenidos que no son tan geniales, como hubiera sido fantástico que la imprenta hubiera inundado el mundo de journals científicos y no de novelas eróticas. Pero no es así como funcionan los medios. Más libertad para crear implica más libertad, también, para crear contenidos “basura”, así como libertad para ser pacientes, indulgentes en la experimentación, el error que llevará a cosas realmente buenas. Nos toca experimentar con un nuevo medio con algunas características que lo hacen sumamente atractivo: es social, barato y ubicuo. Y cambia el panorama hacia la distribución de la libertad de prensa, la libertad de mezcla sin más cortapisas que la propia libertad de expresión.

Re-bienvenidos al eterno debate que necesariamente habrá de durar unos pocos meses más.

Y Amén.

Imagen: Charis Tsevis

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22 comentarios en “Más sordos, más inteligentes: nuevas tecnologías y nueva cultura en el nuevo libro de Shirky

  1. Interesante el debate que puede (re)surgir, lo amateur y (especialmente) lo que los prosumers pueden suponer para la sociedad informacional coincido en que cada vez será uno de los grandes temas de nuestra era. Nuestro ‘mindware’ creo que estará suficientemente preparado para ello, pues somos esencialmente adaptativos.

    BTW, la imagen que adorna el post de quién es? Otro debate fundamental es hasta qué punto afectará a todo ello el progresivo incumplimiento de las normas de netiqueta y respecto por la creación de otr@s (ya sean imágenes o texto). Pienso que nuestro rico entorno puede irse deteriorando si el único valor seguro (el reconocimiento del mérito) no logra imponerse en todos los detalles con cierto rigor, por mucho tiempo que lleve o detallista que uno se deba volver… Especialmente por parte quienes tienen una responsabilidad adicional como divulgadores o hubs de conocimiento.

    Espero que pese a la pequeña “crítica” del segundo párrafo se acepte el comentario, el debate es necesario :)

    Carlos

  2. Al igual que cada época depende de un modelo energético, de la tecnología que siempre está ahi como elemento innovador, parece lógico que cada época tenga que gestionar modelos de conocimiento diferentes. La cuestión es si se acercan al sueño ilustrado o se aleja, en verdad.

    Lo otro que comentas también me parece interesante no ha habido época que no se haya sentido incómoda si no a disgusto consigo misma. Debe ser una norma oculta oscial el que no haya época que no se haya experimentado a sí misma, comeo escribe uno profesor mío de filososfía, Jacobo Muñoz “sino en términos de quiebra o crisis o, en el mejor de los casos, de transición e incertidumbre. Y que no haya interpretado tal condición sino como hito o como un tiempo inevitable y doloroso en el camino hacia un futuro mejor o, contrariamente, como decadencia, ocaso y pérdida desgarradora de los valores y equilibrios de alguna edad de oro más o menos mítica. ¿Es ése también nuestro caso? Es posible. Y de serlo efectivamente, lo sería, con todo, en un marco global de complejidad nueva y apenas abarcable ya con las claves usuales o en términos de disyuntivas más o menos simples”

    La familia, los valores, al democracia, etc. y etc. son de forma recurrente algunos de esos espejos de la sociedad donde buscar y constatar el reflejo de las imágenes de esa potencial vivencia crepuscular colectiva. La velocidad con la que experimentamos los cambios en todas las esferas de la sociedad ha incrementado tanto la percepción oportunista como la fatalista de esa crisis perpetua recurrente; en unos casos para acelerar la desintegración y en otros para invocar la necesidad de auxilio a causa del declive social e indiviudal.

  3. Solo una puntualización, los “billion” no son billones:
    1 billion (americano, como Shirky) son 1.000.000.000, mil millones
    1 billón, español, son 1.000.000.000.000, un millón de millones

    Los billones se traducen por millardos en castellano. No es lo mismo, no, aunque parece que la gente cuando lee se salta “los detalles”, como este, ¿por culpa de Internet? ;-)

    Un saludo

    1. Por culpa, Angeles, de las prisas por aportar a la comunidad la traducción de lo que será una obra clave. Es obvio que después de tres años de leer durante horas en inglés y bloguear, sé que un billón son mil millones y que no es lo mismo en EEUU…

      Gracias de todas formas y corregido. Queda claramente demostrado el poder de la inteligencia colectiva :)

  4. Pingback: Bitacoras.com
  5. Muy interesante el post Dolors,
    acuerdo contigo, en que quizas este nuevo libro de Shirky no haga mayores aportes en cuestiones generales que ya se manejan, pero si, me parece sumamente interesante todas las nuevas evidencias que puede aportar de los cambios que vivimos.
    En relación al trabajo de Philip Zimbardo que mencionas, dejo el link de parte de una charla de él, dada en RSA, y que la gente de cognitive media, la hizo en formato “scribing”, son 10 minutos. Entre la parte visual y su mensaje, el video queda genial!

    “The Secret Powers of Time”
    http://www.youtube.com/watch?v=A3oIiH7BLmg&feature=player_embedded

    (me interesa hacerle la traducción, asi que en cuento la tenga, comparto el link)

    saludos y gracias por la info de este posteo y tu traducción!
    Vero

  6. Pingback: Azar, transparencia y redes, nuevas narrativas y formas de relación de los jóvenes | El caparazon
  7. Coincido acerca de la comparación de la web con la invención de la imprenta.

    Así como la reprodución de la Biblia tuvo su desenlace en el “La Reforma” de Lutero. Me pregunto qué quiebre inesperado podrá generar la dinámica prosumidora.

    Gracias Dolores, por “El Caparazón”

  8. Dolores, este artículo quiero remitirlo a los profes a los cuales facilito algunas herramientas de Internet para la educación. La mayoría de ellos inmigrantes digitales que ven con temor la red porque le ubican dentro de la ilegalidad, la facilidad de acceso al conocimiento que debe costar (monetariamente y a nivel de esfuerzo) y que la consideran una amenaza para su propia profesión. Debod ecir que más que facilitar las aplicaciones (lo cual afortunadamente ya no es muy difìcil debido a los niveles de integración y usabilidad que está alcanzando la web 2.0) mi labor es de persuadir que son positivos los cambios culturales que plantea la Internet para acceder e innovar en el conocimiento. Materiales como el de este post sin duda me ayudarán en el intento…

  9. Pingback: Mobile web y desarrollo en África del este (1) | El caparazon
  10. Pingback: El caparazón » Blog Archive » Streamago, nuevas herramientas para el individuo conectado
  11. Apreciada Dolors, gracias por la referencia a la publicación que seguro buscaré. En relación al debate y a los comentarios, quería añadir algo que le oí decir a un gran experto en estos temas Jesús Martín Barbero, al que podéis escuchar en los vídeos de los seminarios de la cátedra UNESCO que encontraréis en nuestra web. Señala Jesús Martín, que comparar internet con la imprenta es quedarnos cortos. Si con algo hay que compararlo es con la invención de la escritura!. Coincido plenamente con él y creo que está en la línea de esta publicación.

    Gemma Carbó

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